Siempre he tenido una regla en mente a la hora de escribir: "si estás escribiendo mal, para de escribir y... no escribas!!". Sin embargo, ahora que andamos de humor para romper reglas y probar nuevas cosas, decidí terminar de escribir un mal escrito. Que reza así:
A veces quisiera perderme en tus ojos (grandes como lunas); pero prefiero empantanarme de tristeza. Prefiero acudir a mi refugio; antes que leerte: ojos, labios, vientre, toda… y descubrir la sinrazón de mi empeño (diluido en tu cintura).
A veces quisiera revolverme en tus cabellos, beberme su negrura, aspirar sus remolinos, quemarme con sus dunas…
A veces quisiera reducirte a un concepto, a una forma, a una abstracción: al entendimiento. Pero mira que no puedo pensarte sin que escapes de mi mente, sin derrumbarme en el intento.
Mira que quisiera, que quisiera nuestro encuentro. Pero prefiero vestirme de tristeza y desconsuelo.
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